Un poco de Norte...con quien me hace perder el Norte. Un viaje perfecto, con el hombre perfecto. Si, me he ido con S de viaje por el Norte de España. Una parte preciosa de nuestro país de la que tenemos que estar orgullosos. Lastres, Santillana del Mar, Santander, Lekeitio, Mundaka, Bermeo, Laredo, San Juan de Gaztelugatxe, San Sebastián, Hondarribia y San Juan de Luz. Uno de los mejores viajes de mi vida, y sobre todo, diferente. Una noche en cada lugar, cada noche en un camping distinto, sin saber cómo será, a la aventura. S ha conducido todo el viaje (¡qué bien conduce y qué guapo está cuando conduce!). Cada día mejor que el anterior y por las noches, acompañados por el canto de los grillos, de las vacas, o de unos franceses pesados, amor, mucho amor.
Al principio del viaje tuve miedo. Miedo de acordarme de P, con quien había hecho todos los viajes en pareja hasta entonces. Además, el rollo era parecido, de camping, de hecho, todo lo que sé del campo es por él, que le encantaba. Pero ha sido diferente, muy diferente. No es bueno comparar y aquello fue muy bonito, pero es pasado. Ahora soy feliz con S, muy feliz. Hemos reído, dormido, soñado, amado, acariciado, viajado, visitado, bromeado...etc juntos, y siento que quiero hacer esas cosas junto a él muchos años más. No me importa si tengo que dormir en una tienda de campaña o en el coche, mientras sea junto a él, de hecho, el viaje no habría sido tan especial sino hubiese sido por esos momentos en la tienda de campaña tumbados jugando, riendo y amando.
En esas noches ha habido tiempo para todo, incluso para conocernos mejor. Yo hacía una pregunta sobre mi vida a la que él debía contestar, y sino acertaba, yo le decía la respuesta para que la supiera, y viceversa. Me encanta conocerle mejor, cuanto más le conozco, más me enamoro.
He visto paisajes preciosos, probablemente de los más bonitos que haya visto en mi vida, pero donde más me apetecía mirar era a mi lado, donde estaba él, casi siempre mirándome también. Cada vez nos entendemos mejor, y este viaje nos ha servido para unirnos aún más. Aprendo mucho de él, y me enseña a ser mejor persona. Me siento agusto con él, puedo pensar en voz alta y ser como yo soy, y eso me gusta, me encanta. Cuando él sonríe, yo sonrío. Un dia me molestó una tontería y me enfadé, pero no pude estar más de dos minutos seria, en seguida me hizo reír, y de tanto reír, se me olvidó el porqué de mi enfado. Es mágico...
Una prueba de que cada vez significa más para mí, es que, en este viaje, ha conocido a algunas personas de mi familia. Eso nunca lo había hecho antes, presentar a mi familia al chico con el que estoy no iba conmigo. Ahora sigue sin gustarme, hasta llega a agobiarme un poco. Pero me encantó que conociera a mis primos y a mis tíos, ahora le siento todavía más cerca de mí. Además, al ver cómo se desenvolvía con ellos, sentí que no me había equivocado.
Km y km de carretera juntos, solucionando los problemas que surgían (como el quedarnos sin gps por cruzar la frontera, poner la tienda de campaña de noche, o subir montañas mientras caía una tormenta para encontrar nuestro camping). Todos esos problemas parecían muy fáciles de solucionar si estábamos juntos. A su lado me siento segura, siento que estoy cuidada y que nada malo me puede pasar si estoy con él. Es precioso. Me encanta.
Cuando, por las noches, somos uno, es todo maravilloso. Cada vez es más bonito, quizás porque cada vez es con más sentimiento, o porque cada vez nos compenetramos mejor, o porque cada vez nos conocemos mejor, nos entendemos mejor, sabemos lo que le gusta al otro en cada momento, lo que necesita...etc. Sea como sea, es especial y mágico. Creo que esta parte de la relación es muy importante, y siento que cada vez que pasa, me uno más a él y le conozco mejor, sin necesidad de hablar, sólo con mirarnos. Además, cada vez tengo menos vergüenza y me suelto más, y por tanto cada vez es más bonito y real.
Ahora por las noches lo necesito más que nunca, necesito sus manos agarrando las mías y su pierna por encima de las mías en esa posición en plan koala que tanto me gusta. Necesito que lo primero que vea al despertar sea su carita dándome besitos, y estar la siguiente media hora diciéndonos todo lo que nos queremos sin importarnos la hora que es, o el lugar en el que estamos, lo único importante es que estamos juntos.
