1. Érase una vez un profesor de filosofía que iba de colegio en colegio dando lecciones a los alumnos. En una de ellas, el profesor cogió un cubo transparente y le llenó de piedras delante de sus alumnos. Al acabar, preguntó, ¿creéis que el cubo ya está lleno?

Todos contestaron que sí. Entonces el profesor cogió el cubo y le llenó de grava. La grava empezó a colarse por los huecos de las rocas hasta que llegó arriba. Entonces volvió a preguntar: Ahora, ¿está lleno? 

Todos volvieron a contestar que si, pero se podía notar un tono de duda en sus voces. El profesor cogió arena y la insertó en el cubo, la arena fue cubriendo todos los huecos pequeños que quedaban entre las rocas y la grava. Entonces preguntó; ¿y ahora?

Entonces, a pesar de que parecía que ya no podía caber más en el cubo, todos los alumnos dijeron que todavía no estaba lleno. Entonces el profesor, satisfecho de que hubieran aprendido la lección, vertió agua dentro del cubo, la arena empezó a absorber todo el agua que iba entrando, hasta que estuvo a punto de resbosar.

No es suficiente con poner las piedras, es necesario seguir esforzándose y llenar el cubo con arena, grava y agua. Ten grandes deseos, nunca dejes de soñar y de esforzarte por conseguir esos sueños, siempre hay cosas nuevas que puedes aprender. Nunca pienses que lo sabes todo, la sabiduría está en seguir aprendiendo.


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2. Hace muchos años, tres demonios decidieron robar la felicidad de los seres humanos y esconderla para que nunca la encontraran. Pensando cómo hacerlo, el primero propuso que cogieran la felicidad y la llevaran a la montaña más alta del mundo y la escondieran allí para siempre. El tercero se rio. Explicó que eso no serviría de nada ya que el ser humano lleva una cosa muy dentro que es su capacidad de superarse y siempre habría alguien que intentaría subir, y añadió que el hombre es tan alcahueta que si se entera uno se acabarían enterando todos.

Entonces el segundo propuso lo mismo pero al revés, esconderlo en el fondo marino donde el ser humano no puede llegar. El tercero volvió a reir. Dijo que eso también sería en vano ya que el ser humano lleva otra cosa muy dentro que es su inteligencia y que inventaría algo que consiguiese llegar hasta allí. Además, añadió que tan alcahueta es el de arriba como el de abajo.

Entonces los dos demonios le dijeron que propusiera él algo. Fue entonces cuando el tercer demonio dijo que cogieran la felicidad de cada ser humano y lo escondieran dentro de cada uno, así, se pasarían la vida buscando la felicidad fuera y nunca la encontrarían.

Siempre que estés triste, busca dentro de ti que encontrarás la felicidad.